El otro día Damián llegó a la clase con un botecito que tenía dentro un pequeño huevo.
Lo primero fue enseñárselo a todos y comprobar lo pequeño que era. Damián nos contó que el huevo era de una paloma y que estaba en su casa. Él así lo creyó y venía muy contento dispuesto a que todos lo mirásemos.
Pues qué chulo! Así todos ven que existen huevos de diferentes tamaños a los que tenemos en casa...
ResponderEliminarGloria
Ja ja ja, para eso debería haber llevado uno de casa. Pero sí, vieron que era pequeño. Gracias Gloria. Saludos.
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