Nos explicaron por qué cada uno de ellos llevaba un peto de distinto color. El amarillo significa que aún está en modo entrenamiento, está aprendiendo, y el azul ya puede estar con cualquier familia porque está preparado para ayudar a quien está a su lado.
Nos explicaron también que no les gusta el ruido y que pueden ayudarnos a calmarnos.
Si se colocan tumbados sobre las piernas de un niño que está nervioso, llorando... al sentir la respiración del perro siempre tienden a calmarse. Después le dices "¡Fuera!" y se quita rápido.
Si vas de paseo con él, como llevas un arnés atado a él, en el momento que te despistas y te quieres alejar, el perro se tumba y no te deja ir, no puedes salir corriendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario