Después del verano algunos niños han vuelto a las clases con algún diente de menos. Es el caso de Mateo y Alma. Él lo perdió en Canarias y ella el primero en el coche de su madre y el segundo en el parque con unas amigas comiendo sandía. Mirad qué guapos están.
Poco a poco se irá llenando el mural con sus dientecillos. Con estos ya van cinco.
Y como siempre se llevan su diploma.
¡A ver quién es el próximo!