Esta semana les presenté dos de ellos: el punzón y la alfombrilla.
Antes de tener cada uno el suyo les fui tocando en la mano con la punta del punzón para que vieran que tiene mucha punta y que pincha, y que no podemos apretar fuerte teniendo la otra mano al lado.
Lo tenemos que usar con cuidado y sin enredar con él.
Una vez sentados en nuestro sitio les fui repartiendo los punzones y comenzamos a “picar”.
Al terminar les dije que dieran la vuelta al folio y lo tocaran. Ya no era liso sino rugoso.
Qué bien!!! Así van aprendiendo y adquiriendo habilidades!!!
ResponderEliminarGracias María. Y como bien dices lo bien que les viene este ejercicio: atención, motricidad ojo-mano, prensión...y el gusto y sensación de realizarlo.
EliminarUn saludo.